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viernes, marzo 24, 2023

SEÑALES DE NOTICIAS INCLUSIVAS: DEBERÁN TENER LENGUA DE SEÑAS Y SUBTITULADO

A partir de la Resolución ENACOM 570/2022, las señales de noticias televisivas empezarán a incluir lengua de señas y servicio de subtitulado oculto (close caption) para garantizar un acceso igualitario a las noticias.

El Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) avanzó en esta nueva medida inclusiva durante su última reunión de Directorio, que entra en vigencia a partir de la publicación de la Resolución ENACOM 570/2022 en el Boletín Oficial. Dentro de los primeros 180 días, cada señal deberá incorporar, como mínimo, 3 horas diarias de contenido subtitulado en la franja de 19 a 23 horas y, como mínimo, 1 hora diaria de lengua de señas en las franjas de 6 a 10 y de 19 a 23 horas. Asimismo, tendrán un esquema de incorporación progresiva hasta completar toda la programación.

Este avance busca la eliminación de las brechas en el acceso al conocimiento y garantiza el derecho a la información y a los contenidos de las personas con discapacidad, según se desprende de la Ley 26.522. En este sentido, cumple con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la cual el Estado argentino está suscripto y ha ratificado a través de la Ley 27.044.

ENACOM impulsa el respeto y la inclusión para todos los argentinos y argentinas, en el marco de una política pública que entiende a la comunicación como un derecho humano básico y el acceso equitativo a las nuevas tecnologías de la información como un elemento imprescindible en la construcción de ciudadanía.

La televisión abierta le gana al cable de la mano de la realidad más oscura

Prostitución en “Argentina, tierra de amor y venganza”, sindicalistas corruptos en “El Tigre Verón” y la vida tumbera de “El marginal 3”

Por: Walter Domínguez

Durante junio la televisión abierta con sus seis canales superó en el rating global a las señales de cable, que son más de un centenar, por 25,7 puntos contra 24,3, según los datos oficiales de Ibope. Lideran ficciones como “El Tigre Verón” y “El Marginal”.Durante junio, y luego de muchísimo tiempo, la televisión abierta (seis canales, contando a Net TV, la última incorporación y emisora de Editorial Perfil) superó en el rating global a las señales de cable, que son más de un centenar, por 25,7 puntos contra 24,3, según los datos oficiales de la encuestadora Ibope. Los vaticinadores de su inevitable fin (el de la tele de aire) parece que deberán esperar.

Además de los ciclos de entretenimientos como ShowMatch, ¿Quién quiere ser millonario? y El precio justo, las ficciones siguen siendo grandes generadoras de rating y uno de los jugadores más importantes de la TV abierta. Y si bien en estos tiempos de múltiples ofertas de streaming y On demand las historias de ficción no llegan a los 20 puntos (algo más que habitual apenas cinco o seis años atrás), sus 16, 15 o 13 puntos ayudan a engrosar las cifras -y las cuentas publicitarias- de los canales.

A Argentina, tierra de amor y venganza -por nombrar las producciones argentinas- se le sumaron en las últimas semanas El marginal 3 y El Tigre Verón que, una desde la TV Pública y otra desde El Trece, también aportan su número semanal cercano a los diez puntos, a veces más arriba, a veces un poco por abajo.

Claro que esta columna no quiere referirse solamente a ratings, pese a su indiscutible importancia en el mercado televisivo, sino señalar algunas coincidencias temáticas que muestran claramente un cambio en los gustos de la audiencia masiva.

Porque si las tiras de antaño tenían como eje principal las historias de amor y, generalmente, una pareja protagónica determinada; y los unitarios solían abordar grupos definidos (de terapia, de abogados, etc), las cosas cambiaron: los elencos en los programas diarios se volvieron corales y la historia está repartida entre varios protagonistas. La actualidad se metió de lleno tanto en las tiras como en los unitarios, donde las tramas sórdidas proliferan haciendo uso de violencia sexual o política, extorsiones, consumo de drogas y jerga tumbera. Dato, no opinión.

Tomemos el caso de Argentina, tierra de amor y venganza. Una serie de época muy bien ambientada, con un elenco internacional y multiestelar, que tiene tanto foco en las historias de amor entre sus protagonistas como en otras cuestiones más duras: la trata de mujeres para prostituirlas y, claro, la corrupción política que permite -o permitía en aquellos años- que estas situaciones sucedieran.

Por un rumbo similar, aunque más marcado, va El Tigre Verón, el unitario que protagoniza Julio Chávez en la piel de un curtido dirigente gremial de un imaginario sindicato de la carne. Huelgas, aprietes, escenas en las que manda la violencia y en las que el delito está siempre ahí, a punto de producirse. Tan difuso se hace el límite entre realidad y ficción que esta semana el abogado de Hugo Moyano, el referente del Sindicato de Camioneros, dijo haber iniciado acciones contra Adrián Suar (el productor de El Tigre Verón) y Julio Chávez por las similitudes en la vida y la historia del gremialista ficticio con el real.

Más allá del cartelito con el que comienza el programa (ese de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia), Moyano y el profesional que lo patrocina consideran estar en condiciones de solicitar un resarcimiento económico por el uso sin autorización de su historia. Teniendo en cuenta que Verón es un sindicalista corrupto, ¿a eso se le llamaría confesión de parte?

Y ni hablar de El marginal 3, la fascinante creación de Sebastián Ortega y equipo, que con muchísimo realismo y algunos atisbos de ficción (eso es lo que es, al fin), nos meten de bruces en el ámbito carcelario, sus disputas internas, sus corruptelas y sus asociaciones ilícitas con el poder. Claro, cuando vemos a un interno al que otros de su misma condición le cortan los dedos por robarles droga, tal vez pensemos que antes de dormir deberíamos ver algo más livianito.

Pero lo cierto es que las ficciones más vistas de la tele abierta argentina van por estos senderos. Y algo debe querer decir sobre nuestra situación, si esos son los mundos que elegimos ver.
Fuente: Diario Clarín

“Los diarios papel van a sobrevivir y serán un canal de información de calidad”

El presidente de AdEPA, Martín Etchevers, analizó el rol de los medios en un contexto de cambio de paradigma por los avances tecnológicos. La libertad de prensa y el rol de los periodistas en un año electoral.

El presidente de AdEPA, Martín Etchevers, analizó el rol de los medios en un contexto de cambio de paradigma por los avances tecnológicos. La libertad de prensa y el rol de los periodistas en un año electoral

El futuro de los medios periodísticos tradicionales. Su adaptación a los cambios tecnológicos. La sustentabilidad de las empresas periodísticas. La libertad de expresión. Los conceptos se repitieron durante la Jornada de Capacitación de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (AdEPA) que se realizó en el Hermitage Hotel.

El presidente de la Asociación, Martín Etchevers (gerente de Comunicaciones Externas del Grupo Clarín), se refirió al futuro de los medios de comunicación y aseguró que “el periodismo está llamado a tener un rol de escribanía de la realidad”. Además, opinó que “los diarios papel van a sobrevivir y van a ser un canal de información de calidad, y de valor agregado”.
¿Cuál es la situación de los medios, en un contexto de cambios y permanentes avances tecnológicos?
Complejo. A la agenda tradicional de AdEPA que es la de defensa de la libertad de expresión y de prensa, hoy se le suman dos agendas simultáneas. Una es la defensa de la sustentabilidad de la industria en un momento en el que la industria periodística y en particular la de los diarios, se haya frente a enormes transformaciones estructurales por el cambio de paradigma que significó la revolución tecnológica que ha modificado el modelo de negocios de los diarios. Hoy, más del 80% de la publicidad, está concentrada en dos plataformas: Google y Facebook.

Y por otro lado, la profesionalización y el resguardo de la prensa como un factor de periodismo de calidad que es importante en un contexto de tanta saturación informativa y comunicacional, donde empiezan a proliferar las fake news y la viralización de contenidos sin chequear.

¿Cuál es el rol del periodismo ante la circulación de estos contenidos?
El periodismo está llamado a tener un rol de antídoto, de balance, de escribanía de la realidad. Para poder cumplir este rol, que significa inversión en recursos humanos, en tecnología de calidad, se necesita una estructura sana de la empresa periodística y ahí también está el rol de AdEPA de defender esa sustentabilidad. Además la Argentina tiene el agravante que atraviesa desde hace varios años una crisis económica, que se profundizó este último año con la recesión. Eso impactó de lleno en los medios. La publicidad, que es el principal ingreso, se comporta de manera pro cíclica: cuando cae la actividad económica, la publicidad cae mucho más.

Los medios están con estas tensiones pero con un futuro promisorio. En este contexto de gran saturación informativa, están llamados a tener un rol en la mejora del debate público, en el control del poder. Empiezan a aparecer señales esperanzadoras.

¿Ese proceso puede llevar mucho tiempo?
Por un lado estamos muy urgidos de hacerlo rápido porque el modelo de negocios cambia rápido y en el medio es muy importante que no queden muchos en el camino. Estamos viendo como se esta produciendo en EE.UU y otros países un proceso de desertificación informativa, con mucha ciudades pequeñas que empiezan a quedarse sin diarios. Hay que buscar mecanismos institucionales que obliguen a balancear la inversión publicitaria en redes sociales y medios. Nosotros tenemos una experiencia reciente que estamos trabajando en el Congreso, para que en el proyecto de financiamiento político, se establezca que del total de la inversión en publicidad digital del partido, una parte sustancial vaya a los medios periodísticos digitales de producción nacional para que no todo se concentre en redes y plataformas.

Hace años que hay pronósticos lapidarios para el diario papel. ¿Qué cree que va a pasar?
Creemos que el papel va a sobrevivir, obviamente en otra dimensión. Los diarios papel van a ser un canal de información de calidad, y de valor agregado. En los sectores líderes de opinión de la sociedad y en aquellos que son referencia en distintos ámbitos, el diario papel va a seguir siendo un ordenador del debate público. Y, obviamente, la gran masividad se va complementar con el formato digital. Lo que estamos viendo ahora es que hay casos emblemáticos de diarios en el mundo en los que el lector empieza a entender ese valor agregado y empieza a suscribirse en lo digital. Porque en definitiva, lo importante es el valor agregado que se le da al lector y si el lector está dispuesto a pagar ese valor agregado. Y eso sucede.

¿Es factible que se logre acá?
Primero pasamos por un período en el que internet era sinónimo de gratis, que quizás fue un error en la industria.

Nos dieron una buena lección plataformas como Netflix o Spotify que empezaron ver que con pagos pequeños la gente estaba dispuesta a pagar por contenidos que consideraba valiosos. Obviamente, esto va obligar a los medios a seguir mejorando para estar a la altura de ese desafío.

Macri aseguró que Argentina tiene la más amplia libertad de prensa de su historia. ¿Coincide?
Nosotros valoramos claramente un cambio de paradigma en esta gestión de gobierno porque se fue dando una vuelta de página a varias de las conductas más nocivas que veníamos señalando de la gestión anterior. La persecución a periodistas y medios por su línea editorial, la creación de un aparato de medios paraestatal sólo con fondos públicos, la compra de medios para empresarios amigos, la falta de conferencias de prensa, el manejo de la publicidad oficial con un sistema de premios y castigos, el cepo a la publicidad privada, el hostigamiento en cadena nacional a periodistas. Esto fue un cambio de paradigma. Esperamos que este camino se siga profundizando en la próxima gestión y que en el proceso electoral los distintos candidatos puedan comprometerse en ese sentido.

¿Qué desafío tienen los medios en el proceso electoral?
El desafío para los medios es seguir demostrando que tienen un rol en la mejora del debate público, en obligar a los candidatos a habar de las cuestiones trascendentes en hacer periodismo de fondo sobre los candidatos y elevar el nivel de la discusión política. Ese es el valor que podemos aportar los medios.
Fuente: La Capital de Mar del Plata

AdEPA: “Hay una fragilidad inédita de la industria periodística nacional”

“Durante la presente gestión se eliminaron muchas de las distorsiones heredadas y se generó un clima de mayor respeto al rol del periodismo. Es de esperar, en el marco del proceso electoral que vive el país, que esa tendencia sea profundizada en la futura administración, como así también que las diversas fuerzas políticas se comprometan en ello”, sostuvo ayer la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (AdEPA) en su informe semestral sobre la situación de la prensa en el país.

El informe fue aprobado por los miembros de AdEPA, reunidos en Mar del Plata para las deliberaciones de la 169ª Junta de Directores. El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa, Daniel Dessein, fue el encargado de dar a conocer el texto, donde además se señala: “El vigente respeto por las libertades tiene como contracara una fragilidad inédita de la industria periodística nacional, que reconoce como punto de partida el colapso institucional y económico de 2001. Al cambio de paradigma de la industria a nivel global, se suma el estancamiento de la economía argentina desde 2011, con la recesión que afecta al país desde hace casi un año”.

A continuación el informe completo:

Informe de la Comisión de Libertad de Prensa
La Argentina, como muchos otros países de América Latina, registra en su historia una amplia gama de ataques al derecho a la información. En años recientes, experimentamos embates tradicionales combinados con mecanismos solapados de censura a la crítica.

Durante la presente gestión se eliminaron muchas de las distorsiones heredadas y se generó un clima de mayor respeto al rol del periodismo. Es de esperar, en el marco del proceso electoral que vive el país, que esa tendencia sea profundizada en la futura administración, como así también que las diversas fuerzas políticas se comprometan en ello.

El respeto a las libertades por parte del actual gobierno tiene como contracara una fragilidad inédita de la industria periodística nacional, que reconoce como punto de partida el colapso institucional y económico de 2001. Al cambio de paradigma de la industria a nivel global, se suma el estancamiento de la economía argentina desde 2011, con la recesión que afecta al país desde hace casi un año.

Ese cambio de paradigma y el contexto económico descripto han puesto en riesgo la subsistencia de muchos medios. Por la misma causa, se registra una caída abrupta de la publicidad privada y un alza de insumos dolarizados de la mano de la devaluación de la moneda nacional.

El recorte de la publicidad estatal nacional en un 75%, medida destacada por varios funcionarios, tiene un efecto en la crisis del sector que requiere una readecuación gradual de las variables que maneja el Poder Ejecutivo. Otro tanto sucede en numerosas provincias y municipios.

El Congreso nacional ha brindado un alivio importante a la industria con la modificación, sancionada en diciembre pasado, de las alícuotas de IVA para medios de comunicación. Algunas iniciativas que proponen otorgar a medios un porcentaje de los fondos de campaña, presentadas en el marco del debate sobre financiamiento político, ofrecerían una amortiguación suplementaria a la crisis que sufren las empresas periodísticas. Estas propuestas, que buscan equilibrar tácticas electorales apoyadas en una creciente inversión en redes sociales, implican un reconocimiento a la función estratégica del periodismo como dinamizador de la democracia.

En estos días vemos cómo el Parlamento europeo, a través de la flamante directiva sobre derechos de autor, fija un límite a las compañías tecnológicas que se nutren de producción ajena. Las empresas digitales más afectadas por la medida, si bien la resisten, hablan ahora de una “regulación inteligente” o de la necesidad de actualizar las reglas de internet, como afirmó el pasado sábado Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook; por cierto, en una nota en un diario.

Nuestro país cuenta con legislación, jurisprudencia y desarrollo doctrinario con altos estándares de protección de la libertad de prensa. No obstante, la revolución digital introduce nuevos paradigmas y desafíos que desbordan los esquemas concebidos hasta ahora. Nuestra Constitución y nuestra tradición judicial contemplan una defensa efectiva contra ataques clásicos al periodismo y un freno a las restricciones a la libertad de prensa a través de la vía legislativa. En la misma línea de la Primera enmienda estadounidense. Pero, como planteó ante el Congreso de Estados Unidos el director de la News Media Alliance, la organización más representativa de la prensa de ese país, “actualmente los reguladores de hecho son las tecnológicas y no los congresistas”.

En nuestro país, hay legisladores que advierten la nueva configuración del escenario contemporáneo y los riesgos que se expanden para la democracia. La pérdida de estado parlamentario de la “ley de intermediarios” es una señal de esa comprensión.

Recordábamos, en una declaración anterior de Adepa, la consistente jurisprudencia y doctrina -como la de la real malicia- que proporcionan un escudo protector a la libertad de prensa. Se acumulan, sin embargo, preocupantes fallos de primera instancia que desconocen esta tradición jurisprudencial y nuestros hitos doctrinarios.

El ecosistema digital presenta muchos retos. Durante el último semestre se registraron los primeros dos casos del denominado “derecho al olvido”, acogidos por la Justicia en nuestro país. Jueces ordenaron, en dos fallos advertidos oportunamente por Adepa, la desindexación de contenidos, que son medidas que atentan contra el derecho a la información.

La proliferación de ataques contra periodistas y medios en la web forma parte de la extendida contaminación del entorno digital. En un año con una extraordinaria actividad electoral, la multiplicación de campañas de deslegitimación contra la prensa y la diseminación de noticias falsas podrían afectar un presupuesto democrático esencial, como es una ciudadanía informada.

El oficio periodístico recibe renovados cuestionamientos. En el caso de la presunta extorsión a un empresario agropecuario que se imputa al falso abogado Marcelo D´Alessio, hubo sectores que pretendieron desacreditar el legítimo uso de fuentes por parte de periodistas. Ellos pueden cometer errores en su ejercicio profesional, pero estos errores no deben ser confundidos con relaciones espurias ligadas a eventuales delitos de sus fuentes. El caso presenta puntos oscuros vinculados al mundo de los servicios de inteligencia, desde donde se impulsaron gravísimas intimidaciones, persecuciones e injerencias en la labor profesional o en la vida privada de periodistas. La opacidad del caso no justifica el evidente propósito, proveniente de ciertos sectores, de invalidar la llamada “causa de los cuadernos”. Causa derivada de una notable investigación periodística que puso el foco en la mayor trama de corrupción de nuestra historia.

Otro caso de extrema gravedad es la denuncia de Impreba, la editora del matutino Diario Popular, que corre riesgo de sufrir un virtual abuso confiscatorio sobre el patrimonio de la empresa a raíz de un arbitrario reclamo judicial de un particular por honorarios jurídicos, y a partir del intento de aplicar fórmulas de determinación de deuda alejadas de la realidad económica. Es preocupante, en tanto puede amenazar la continuidad de un medio periodístico y el mantenimiento de numerosas fuentes de trabajo.

Muchas democracias modernas reconocen el papel irremplazable que juega el periodismo en la descontaminación digital y en la regeneración del debate público. Se trata de una cuestión de vital importancia para nuestras perspectivas institucionales. Algunos ya lo advierten. Es, todavía, una materia cuyo abordaje está pendiente para buena parte de la dirigencia y de la ciudadanía en general.

VENEZUELA: En lo que va de septiembre conatel clausuro 16 estaciones de FM

Dos emisoras radiales más fueron cerradas este martes 20 de septiembre en el estado Zulia por órdenes de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Ya suman más de 10 estaciones que quedan fuera del aire en septiembre.

Un trabajador de la estación Suprema 93.5 FM, de la ciudad de Cabimas, informó que un funcionario de Conatel llamó el 20 de septiembre al director de la emisora y le ordenó que apagara el transmisor; desde ese día permanecen fuera del aire.

Por instrucciones de Conatel también fue cerrada la emisora Jerusalén Stereo 98.5 FM, que transmitía desde Cabimas. Esperamos hacer contacto con quienes trabajaran difundiendo información por ese dial, para conocer más sobre las razones, estado de los equipos y ccómo se desarrolló el procedimiento.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Colegio Nacional de Periodistas (CNP)3 condenaron los hechos de censura. Ambas organizaciones contabilizan 14 emisoras zulianas cerradas en todo septiembre.

Condenamos nuevamente el cierre de espacios para la difusión de información, dejando a la población sin estas vías para conocer qué sucede en el país, afectando puestos de trabajo, sin procedimientos claros, transparentes y atados al debido proceso, afectando directamente la libertad de expresión, uno de los pilares de la democracia.

Fuente: Espacio público

foto Venezuela radio am y fm gogle play

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Los medios se preparan para la era Fernádez: nuevos cálculos de pauta y realineamiento político

El mapa de medios muestra a un gran grupo seguido de un pelotón que prepara nuevos movimientos. Un sector en transformación que se mueve en clave política. Nota de Andrea Catalano en iprofesional:

“Nunca estuve a favor de la ley de medios, no era el instrumento para resolver el problema de los monopolios. En Argentina esta ley sirvió para plantear este debate y esa batalla cultural claramente se ganó. Hoy, cuando leés Clarín, sabés lo que leés, y cuando leés Página 12, sabés lo que leés. Lo que se necesita es una ley de defensa de la competencia, una ley antimonopolios, una ley de defensa del consumidor”.

La frase corresponde a Alberto Fernández, candidato a presidente del Frente de Todos y probable ganador de la próxima elección. Más allá de la actual coyuntura, donde el presidente Mauricio Macri está convencido de que tiene chances de dar vuelta los resultados electorales de las PASO, lo único cierto es que habrá un ciclo nuevo a partir del 10 de diciembre.

Y uno de los sectores que más rápidamente reacciona a los cambios de clima político es el de los medios de comunicación. Lo cual es explicable: se trata de un sector que no solamente tiene una estrecha relación con el poder político sino que además depende en buena medida de la pauta publicitaria estatal para mantener equilibradas sus cuentas en un entorno inestable.

El mapa de medios ya había entrado en un proceso de transformación cuando asumió Cambiemos, en parte por el redireccionamiento de la pauta y en parte por el profundo impacto que suponen las nuevas tecnologías y los cambios de hábito de los consumidores.

Lo cierto es que, con el cambio político que se avecina, los directivos de los medios argentinos ya se preparan para una etapa nueva. Nadie está totalmente seguro sobre cuál será la tónica, pero todos entienden que se vienen cambios.

“La primera impresión, en caso de que ganara Alberto Fernández las elecciones, es que hay una tensión interna sobre si una política activa en el sistema de medios se va a realizar de arranque o después de ocuparse de los temas más urgentes. Hay una duda sobre en qué momento lo hará. Están ambas tensiones hoy”, sostiene Fernando Ruiz, profesor de Periodismo y Democracia de la Universidad Austral (UA).

Para el docente de esta casa de estudios, el otro punto a analizar es el referido a la “transformación apocalíptica” que vienen soportando los medios en el mundo.

“La política es una pequeña tormentita dentro de esa gran tormenta que atraviesan. Las grandes redacciones son retiros voluntarios ambulantes y no se puede discriminar entre quién aporta más o menos valor cuando en el discurso marketinero de medios se dice que la clave es aportar valor para generar comunidad”, amplió.

“La pauta oficial, en la actualidad, está cercana al 20% del total de la torta publicitaria que soporta a los medios de comunicación. Y la privada está todavía más concentrada”, dijo a iProfesional Agustín Espada, investigador del Conicet y uno de los responsables, junto con Martín Becerra, también investigador experto en medios, del Monitoreo de Propiedad de los Medios (MOM), realizado por la organización Reporteros sin Frontera y la Cooperativa Por más Tiempo.

Allí se puede ver con claridad cómo está conformado el mapa de medios actual, con una indudable posición de fuerza del Grupo Clarín, seguido por el Estado Nacional como escolta, aunque varios cuerpos por detrás. En un tercer pelotón más o menos igualitario se ubican los grupos La Nación, Indalo Medios, Pierri, América, Moneta y Viacom.

Solo en el primer semestre de 2019, el Gobierno nacional gastó $2.177 millones en pauta oficial (unos u$s36 millones), un 200% más que en el mismo período del año anterior. Y, para tener una mejor foto aun, una cifra bastante similar (en términos nominales) a la que gastó a lo largo de todo el 2018 cuando la inversión alcanzó los $2.250 millones (unos u$s75 millones tomando un dólar promedio a $30 para ese lapso), según los datos publicados por Jefatura de Gabinete.

Clarín, Viacom, América, Indalo, Prisa-Albavisión, Supercanal, La Nación, Perfil, Google y Octubre, en ese orden, fueron los medios que capitalizaron la mayor parte de la publicidad oficial desembolsada entre enero y junio de este año.

Espada consideró que seguramente habrá cambios en las estructuras de propiedad de algunos medios, tal como sucedió luego de 2015 cuando asumió Cambiemos.

Uno de los cambios más fuertes que mostró la pauta oficial entre 2015 y 2016 y años subsiguientes no fue sólo el referido a los montos sino también a los destinatarios. Mientras en 2015 el principal beneficiario de la pauta oficial fue el ya inexistente Grupo Veintitrés, hoy lo es el Clarín.

La comparación sobre la pauta oficial entre 2015 y 2016 mostró una reducción de 30% en términos nominales, de acuerdo a un estudio realizado por Espada y Santiago Marino, docente e investigador de medios. En el primer semestre de 2015 se desembolsaron $552 millones (u$s61 millones al cambio de $9 de aquel entonces), mientras que en el mismo lapso de 2016 se trató de $435 millones (u$s29 millones al cambio de aquel momento).

Detrás del pelotón, el mapa de medios coloca a otro grupo de jugadores no muy lejos. Varios de ellos son grupos o empresas que, además de medios, participan del negocio de las telecomunicaciones y de la generación de contenidos.

Ellos son Infobae, Perfil, PRISA, Albavisión, Walt Disney, Turner, Telefónica, Claro, DirecTV, Televisa y Grupo de Narváez. Sin olvidar a otros grupos locales de relevancia como son el Grupo Olmos y la Fundación Octubre, además de La Gaceta de Tucumán, Grupo Televisión Litoral y iCondor (White Bridge-Carval).

“Figoli es un empresario surgido en esta etapa y no se advierte que haya sido muy beneficiado con la pauta oficial. Lo que muestra que se producen cambios. Tal vez hacia adelante ocurrirán pero no tanto como sucedió entre 2015 y 2017 con casos como el del Grupo 23”, sostuvo el investigador.

Marcelo Figoli, dueño de Fénix Entertainment, explota el negocio de medios a través del Grupo Alpha Media. En septiembre pasado se hizo de Radio Rivadavia, y así se evitó el remate luego del proceso de quiebra. La popular emisora pasó a ser parte del grupo de radios La990, Rock & Pop, el 50% de Blue y la producción y comercialización de Radio Colonia y FM Mágica, además del 80% de la agencia Noticias Argentinas (NA).

Tal como indicó Espada, su ingreso en el negocio de medios se produjo en 2016 cuando adquirió Rock & Pop y Splendid, hoy La990. Y la expansión se concretó en 2018 con la incorporación de las radios mencionadas y de la agencia NA, que adquirió en un 80% a la familia Fascetto, dueña de Diario Popular.

Reorganizar el sistema comunicacional
Para Ana Bizberge, directora de la maestría en Industrias Culturales de la Universidad de Quilmes (UNQUI), el posible triunfo de la fórmula Fernández-Fernández en las elecciones de octubre, “abre una serie de interrogantes sobre la organización del sistema de comunicaciones en Argentina, a partir de una coalición de bases ampliar y miradas heterogéneas”.

Para la investigadora, el escenario planteado por la gestión actual “se caracteriza por la re-regulación y la implementación de políticas que permitieron la agudización de la concentración, el desmantelamiento de medios públicos y gubernamentalización de la autoridad de aplicación, ENaCom, como lo demostró el estudio MOM Argentina”.

Según su criterio, el candidato a presidente por el Frente de Todos se ha referido al rol de los medios “como negocios”, y también a los “derechos adquiridos” del Grupo Clarín en relación a la fusión Cablevisión-Telecom, entre otros aspectos.

“Una señal hacia los medios comerciales fue dejar en claro la preeminencia de la dinámica comercial de los medios y establecer una división respecto del rol que les cabe a las organizaciones sin fines de lucro, así como a los medios públicos: “Cada uno tiene un rol que cumplir y tiene que cumplirlo bien”, dijo en la entrevista para Tiempo Argentino”, destacó la experta.

Hay algo que está claro para la próxima administración, sea quien sea el elegido el próximo 27 de octubre: la política de comunicación no será una prioridad, coincidieron los consultados. Y no porque no lo merezca. Las urgencias se llevarán la mayor atención y esfuerzo.

Nadia Koziner, docente e investigadora de la UBA, la UNQUI y el Conicet, también conversó con iProfesional y sostuvo que “habrá más novedades en la relación entre la política y los medios más que en la política de medios”.

Según la académica las referencias del Frente de Todos sobre medios y medios públicos son muy generales pero anticipó que, en su visión, “ha sido tan paupérrima la política de comunicación de Cambiemos que es poco lo que hay que hacer para que sea buena”.

Digital y después
Desde hace dos años la torta publicitaria en la Argentina se mantiene estancada, si no en contracción. Y el aumento de la facturación anual responde sólo al factor inflación. El corrimiento hacia lo digital también impacta en los números.

En los primeros cuatro meses de este año, la inversión publicitaria privada cayó en cantidad de anuncios, de espacios comprados. Se redujo un 23% en radios y un 22% en revistas en relación a los primeros cuatro meses de 2018. Los diarios porteños vieron ajustada esa relación un 17%, mientras que la televisión de la Capital Federal y por cable la soportó en un 7%, y los canales del interior en un 6%, de acuerdo a datos de Monitor de Medios.

Un informe de Zenith Media sobre la distribución del gasto publicitario a nivel global de cara a 2021, arrojó que el 52% se destinará a Internet, el 27% a televisión, el 7% a vía pública, el 6% a diarios, el 5% a radios, el 3% a revistas y el 1% a cine. El reporte abordó la situación en 84 países, entre los que se encuentra la Argentina.

“Hay medios que muestran cómo se van reacomodando en los nuevos contextos. El empresario Daniel Vila dejó negocios (N. de la R.: el de la televisión paga) para focalizarse en otros segmentos”, ilustró Espada.

Y no se quedó ahí: “Hay radios que están sobre las cuerdas, como El Mundo, del Plata y Rivadavia. Hay que ver si CNN Radio sigue o si definitivamente replicará la experiencia chilena. Perfil y sus radios y un segundo canal de televisión a operar es otro caso. Una economía en recesión es fría para la pauta y también para los lanzamientos”, apuntó.

¿Qué podría pasar con Víctor Santa María, director general del grupo de medios Octubre? Para Espada, este dirigente, secretario general del SUTERH y con ambición para formar parte de la conducción de los destinos del club Boca Juniors, “es una empresario de medios anfibio. Si bien en el contexto que atraviesa el sector no se preveía que creciera fue uno de los que más lo hizo cuando, justamente, compró Página 12.

Para el investigador el empresario, sindicalista y eventual dirigente futbolístico es la figura del mundo de medios que crece con más fuerza. Pero eso no implica que no se dejen de observar a otros referentes:

Por un lado, aparece Belocopitt, accionista del Grupo América, además de ser el dueño de Swiss Medical. Habrá que ver, según el experto, si mantiene su participación en ese negocio.

Otro caso a seguir es el de Marín Kweller, dueño de la productora Kuarzo, asociada con Perfil Network para la gestión de Net TV, el canal de televisión más joven que acaba de cumplir un año.

También habrá que prestar atención a lo que suceda con DirecTV; con Claro; con Telecentro, si van a dar algún paso para entrar o salir de algún negocio, según de quién se trate, sin olvidar que aún queda pendiente de resolución de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia las implicancias locales de la fusión entre Fox y Disney.

“Sobre la concentración mediática –dice Bizbergé- si tomamos en cuenta los dichos sobre la fusión Cablevisión-Telecom subyace un enfoque que, en principio, no problematiza esta dimensión e, incluso, se ha manifestado en favor de una mirada centrada en la aplicación de criterios de defensa de la competencia”.

El problema, señalaron los especialistas, es que estos organismos carecen de un conocimiento específico del sector, hecho que impacta en la toma de decisiones.

“Algunos aspectos que serán centrales para la nueva administración tendrá que ver con el abordaje de los cambios tecnológicos, de la convergencia digital para la elaboración de políticas para el sector que tenga en cuenta un entramado en el que no sólo participan los grandes sino también pymes, cooperativas y medios comunitarios”, expresó Bizbergé.

Como se dijo: en distintas entrevistas, Fernández se ha referido al rol de los medios: a los medios como negocios, al rol de los medios públicos, a Grupo Clarín y los “derechos adquiridos” sobre la fusión Cablevisión- Telecom, entre otros aspectos.

En ese sentido, Koziner consideró que “la mayor dificultad será revertir la enorme concentración de la propiedad, a lo que se debe sumar también el desafío de la convergencia que complejiza la problemática”.

Todo esto deberá ir resolviéndose, en un esquema ideal, en la medida en que los medios puedan ir sorteando su propia crisis. Tanto Espada como Ruiz señalaron la caída de ingresos publicitarios y el corrimiento hacia lo digital. Temas que, en un contexto de tanta urgencia, quedan casi irremediablemente dejados en segundo plano.

Ruiz propuso el avance de un pacto de Estado donde se reconozca el valor institucional del periodismo y se lo proteja, defienda y sostenga como tal “porque si no puede producirse un proceso de desertificación fuerte, especialmente en algunas zonas del país”, aseveró.

Si bien reconoció que el periodismo como institución también está desprestigiado, sostuvo que se podría avanzar en una ley consensuada de publicidad oficial donde quede reducida su dimensión de control, es decir, que no sea utilizada para controlar a los medios. Hecho que se repite con la publicidad privada.

“Que sea muy legítimo para el poder político cuestionar a los medios pero que no lo sea para tomar represalias. En este contexto de crisis tan grande creo que es posible pensar en algo en este sentido”, concluyó.
Fuente: iprofesional

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Presentaron la Red de Medios Digitales en el Congreso

Más de 30 medios de comunicación lanzaron la Red de Medios Digitales. La iniciativa se dio en el Congreso de la Nación con el respaldo de referentes de académicos, sindicales y especialistas del campo de la comunicación. En la jornada exigieron políticas públicas orientadas al sector con la intención de fortalecerlo.

Con una presentación en el Congreso de la Nación, más de 30 medios y colectivos de comunicación lanzaron oficialmente este martes la “Red de Medios Digitales por una Comunicación Democrática”. La articulación busca vincular a un sector que no cuenta con una reglamentación legal específica y que ha crecido con las nuevas tecnologías.

Desde la organización señalaron que buscan visibilizar el aporte que realizan estos medios a la construcción de empleo real y calificado. Por ello exigen políticas públicas de fomento, subsidios para la compra y actualización de equipamiento y que se los reconozca como actores a la hora de la discutir la pauta oficial. Según datos de 2018, el Grupo Clarín concentró un 17 por ciento de la pauta asignada por el Estado, alcanzando los 359 millones de pesos anuales.

“Somos más de 130 medios a lo largo y ancho del país, con más de 1300 trabajadorxs y colaboradorxs, y en este contexto de desempleo y precarización, mejorar nuestras condiciones es una alternativa a la hora de reconstruir el trabajo, diversificar la agenda mediática y contribuir al fortalecimiento de una comunicación verdaderamente democrática y plural en nuestro país”, expresa el comunicado difundido por la Red.

Y concluye: “Registramos los conflictos sociales que no forman parte de la agenda hegemónica. Contamos historias que recuperan la memoria popular y feminista de nuestros territorios. Comunicamos desde narrativas respetuosas de los derechos humanos, de las diversidades y las juventudes. Con estas miradas difundimos las expresiones de las culturas y lxs artistas emergentes”.

La actividad incluyó el apoyo del diputado nacional Leonado Grosso, representantes del INADI, CLACSO, SiPreBA y la campaña nacional por el derecho al aborto. Luego de la exposición de estadísticas recabadas de un revelamiento del sector y propuestas de políticas públicas.

Cora Gamarnik, docente de comunicación de la UBA, dijo: “Los medios digitales que se han creado ampliaron la instalación de nuevos temas de agenda, permitieron la emergencia de nuevos gestores, periodistas, diseñadorxs. Generaron renovaciones estéticas radicalmente nuevas. Un ejemplo claro es el feminismo y las coberturas colaborativas. Instalaron también temas de agenda plurales, federales y regionales”.

Por su parte, Diego de Charras, director de la carrera de comunicación de la UBA expresó que “una esfera democrática tiene dos caras de una misma moneda. Una tiene que ver con el control de la concentración de medios. La ley de medios desregulada por el macrismo terminó con mayor concentración. Pero la otra cara es que el sistema de medios se fue complejizando. La articulación con comunidades, universidades y una lógica no comercial garantiza la diversificación de agenda. En un momento de crisis para algunos modelos de negocios clásicos se hace imprescindible un esquema de sostenibilidad; un esquema más allá de la pauta y estímulos indirectos. Es necesario pensar en ayudas directas a proyectos y medios específicos”.

Damián Loreti, abogado y profesor universitario especializado en política y derecho de la comunicación, dijo: “Estamos conformando con distintos espacios de comunicación una red que pueda discutir una ley de pluralismo y diversidad. El Estado debe garantizar el acceso a las tecnologías que permitan la creación de contenidos que den cuenta de la diversidad que manifiesta nuestra sociedad”.

Larisa Kejval, docente e investigadora de la UBA, profundizó en esa idea: “El desafío es la construcción de una agenda que nos permita pelear por la democratización de la comunicación. Es importante pensar el cómo pasar de la construcción de redes a nivel sectorial, que es fundamental, a pensar en una dimensión que a su vez profundice las articulaciones multisectoriales”.

La propuesta de la Red de Medios Digitales tiene en sus próximos pasos, el lanzamiento de un registro nacional de medios para la elaboración de las propuestas finales de políticas públicas para el sector.

Estuvieron presentes los medios Latfem, Matria, Emergentes, Grito del Sur, Cosecha Roja, Anfibia, Tiempo Argentino, Marcha Noticias, Mu/LaVaca, Crisis, Feminacidas, Macacha, Cítrica, Comunicadas, La Retaguardia, Agencia Paco Urondo, Futfemprof, Círculo Ecuador, CCP, Resumen Latinoamericano, Revista Mantis, Zorzaldiario, Enfant Terrible, Apostasía de Género de Latinoamérica, Boletín Enredando, Anred, Revista Rea, Infonews, Reveladas, Ponele, Revista Timbó, Ancap, Ancoom, y Revista al Margen.

SENIALES BOLGSPOT.COM.AR

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Reabren el debate sobre Tecnología de la Información y Comunicación Audiovisual

La comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión del Senado retomará mañana la discusión sobre el proyecto de ley que modifica las leyes sobre Tecnología de la Información y las Comunicaciones y de Servicios de Comunicación Audiovisual.

A la audiencia prevista para las 15 en el anexo de la Cámara alta fueron convocados la titular del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Silvana Giudici, y representantes de la Asociación de Teledifusoras Argentina (ATA), la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC) y la Cámara Argentina de Internet (Cabase).

Además, estarán miembros de la Cámara de Productores de TV, de la Cámara Argentina de Cableoperadores Pymes y del Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos.

En el primer artículo de la iniciativa presentada por el senador nacional Alfredo Luenzo (PJ_Chubut), quien preside la comisión, se declara de interés público el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones, las Telecomunicaciones, y sus recursos asociados, estableciendo y garantizando la completa neutralidad de las redes.

El objetivo, explica, es “posibilitar el acceso de la totalidad de los habitantes de la Argentina a los servicios de la información y las comunicaciones en condiciones sociales y geográficas equitativas, con los más altos parámetros de calidad”.

También aclara que la norma “es de orden público y excluye cualquier tipo de regulación de los contenidos, cualquiera fuere su medio de transmisión, a excepción de los contenidos difundidos por los servicios de radiodifusión por suscripción, por vínculo físico o radioeléctrico, resultándoles aplicable la regulación prevista a tal efecto en la Ley 26.522”.

Monitoreo de la propiedad de los conglomerados mediáticos en la Argentina.

Quiénes son y qué intereses tienen los dueños de los medios de comunicación en la Argentina. Un resumen visual de los ejes de la investigación colaborativa entre Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el diario Tiempo Argentino -el proyecto MOM, por su sigla en inglés- sobre 52 medios y 23 grupos empresarios. El verdadero poder detrás de la información

Quiénes son y qué intereses tienen los dueños de los medios de comunicación en la Argentina. Un resumen visual de los ejes de la investigación colaborativa entre Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el diario Tiempo Argentino -el proyecto MOM, por su sigla en inglés- sobre 52 medios y 23 grupos empresarios. El verdadero poder detrás de la información

La secuencia que convirtió al Grupo Clarín en el mayor gigante. La política reparatoria de Macri y la crisis de los trabajadores de prensa.

Son el poder detrás de la dieta informativa y de entretenimiento que consumen millones de argentinos. El primer eslabón –casi siempre oculto– de la disputa por la agenda pública: qué es noticia repetida hasta el hartazgo, qué se oculta o qué se calla. Y la pieza clave de una red de influencias que extiende y amplía sus fortunas a negocios asociados a otros numerosos rubros, como la obra pública, el agro, la explotación petrolera y energética o el juego.

Los dueños de los medios de comunicación en la Argentina son apenas un puñado de hombres, el vértice de una pirámide de ocho conglomerados que concentran el 60% de la audiencia nacional y que, favorecidos por las políticas desregulatorias del gobierno de Cambiemos, en los últimos años lograron profundizar sus niveles de concentración. El Grupo Clarín es un caso paradigmático de ese proceso: la fusión –autorizada en 2018– de Cablevisión (el mayor operador de televisión paga) y Telecom (una de las dos principales empresas de telecomunicaciones fijas y móviles) consolidó al multimedios como el gigante del mercado.

El mapa mediático argentino ubica al Grupo Clarín a la cabeza con la captura del 25,28% de las audiencias (6,84 % en radio, 10,62 % en televisión y 7,82 % por diarios); seguido muy de lejos por el Grupo América con un 7,25% (2,27% en radio, 4,09% en televisión y 0,89 % por diarios); y la estadounidense Viacom-Telefe Argentina con un 7,10% (100% por televisión).

El cuarto lugar le corresponde al Grupo Indalo con un 6,62% (5,12% por radio y 1,5% por televisión); secundado por la fusión entre la española Prisa y la mexicana Albavisión con el 6,21% (4,33% en radio y 1,88 por televisión); y el Grupo La Nación con el 2,97% (100% por diarios).

La cordobesa Cadena 3 con un 2,16% (100% por radio); y el estatal Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos (SFMyCP) con el 1,65% (100% televisión) completan el cuadro.

Esa lógica interna del ecosistema de la comunicación local es uno de los resultados de la investigación colaborativa sobre los dueños de los medios y sus intereses cruzados que Tiempo Argentino realizó junto a Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Con una metodología aplicada en más de 20 países, el capítulo argentino del proyecto Media Ownership Monitor (MOM) relevó la trama de propiedad de un total de 52 medios, todos de influencia en la opinión pública argentina en los diferentes soportes (televisión, radio, prensa gráfica y online). Las conclusiones completas del trabajo serán presentadas este miércoles en el Congreso Nacional, durante una jornada de trabajo y análisis para promover el debate sobre los efectos de la concentración en las democracias de la región.

La Era Macri
La investigación incluye la revisión de los drásticos cambios en las políticas regulatorias que, con lógica de restitución para las empresas del sector, el presidente Mauricio Macri adoptó desde el inicio de su gestión: el desguace de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –aprobada durante la etapa kirchnerista como resultado de un histórico debate transversal–, la flexibilización o eliminación de topes a la concentración en televisión y radio, tanto como en la propiedad cruzada, y la intervención de las autoridades de aplicación, entre otras medidas.

Además, el trabajo realiza una minuciosa actualización de la crisis que multiplicó cierres y despidos: desde 2016, más de 20 medios cerraron en todo el país y al menos 2700 trabajadores de prensa perdieron su empleo. Ocho de esos medios lograron ser recuperados y continuaron funcionando como cooperativas.

Junto con la política de hostigamiento a los medios públicos a través de despidos masivos, planes de retiro voluntario y recortes presupuestarios, el gobierno de Cambiemos optó por la política de no intervención en los conflictos entre las patronales y sus trabajadores, especialmente con la licuación del poder de control del ex Ministerio de Trabajo, hoy degradado a Secretaría.

Los trabajadores de los medios también fueron protagonistas de otro retroceso de la era Cambiemos: 45 periodistas resultaron heridos y otros 13 fueron detenidos por el accionar represivo de las fuerzas de seguridad en el marco de coberturas callejeras en los últimos tres años.

Deuda con las mujeres
La investigación incluye un relevamiento inédito sobre la presencia de mujeres, tanto en la propiedad de los medios como en los lugares clave para la gestión y administración editorial. De los 52 medios relevados por MOM Argentina, sólo 11 tienen accionistas mujeres, con una porción sensiblemente menor a la de los hombres y a quienes las unen relaciones de parentesco como herederas o esposas.

Además, en el 88,5% de los casos son hombres los que definen la línea editorial de los medios. Las empresas del sector que ocupan los cargos de CEO, gerencia de contenidos o dirección con mujeres suman apenas seis (11,5 por ciento).

El Grupo Clarín, un gigante consolidado
El grupo que surgió del diario fundado en 1945 por Roberto Noble y cuya expansión lideró el hoy mayor accionista y CEO del multimedios, Héctor Magnetto, tiene una centralidad indiscutible en el mapa de medios argentino.

Tras la fusión Cablevisión/Telecom, la distancia entre este conglomerado y el resto del ecosistema es gigantesca, tanto si se miden ingresos, audiencias, escala geográfica de operaciones, posición de dominio en cada mercado; como si se cruzan y combinan todos esos factores.

Las cifras dicen todo. Sin tomar en cuenta sus negocios de provisión de televisión paga, telefonía móvil y fija y conectividad a Internet, el Grupo Clarín obtuvo en 2017 ganancias por 159 millones de pesos, cuando el resto de los grupos mediáticos y su competencia no llegaron a cruzar el umbral de los 10 millones de pesos.

La renta del Grupo Clarín se multiplica si se incorporan sus unidades de negocios hoy agrupadas en Cablevisión Holding.

Además, es el principal beneficiario de la distribución de la publicidad oficial del gobierno nacional y de las administraciones de los distritos de mayor peso del país.

Intereses cruzados
Los principales conglomerados obtienen sus mayores ingresos en otras áreas de la economía, fuera de los márgenes de los medios que resultan una porción menor de sus negocios y, muchas veces, operan en función de sus otros intereses.

Desde hace dos años, Clarín es uno de los principales conglomerados económicos de la Argentina. Además de ostentar posición dominante en todos los segmentos de medios de comunicación y actividades auxiliares y complementarias (como Papel Prensa SA, que comparte con La Nación y el Estado Nacional), también posee intereses en ferias y exposiciones y organiza la principal muestra agropecuaria del país, en conectividad a Internet fija y móvil.

Además, es el principal operador en telefonía fija y móvil, en derechos de exhibición de contenidos, producción cinematográfica, imprenta, editorial de libros, cadena de librerías, logística y transporte, turismo y videojuegos.

El Grupo América (ex Grupo Uno), que tiene a Daniel Vila y José Luis Manzano como principales socios y artífices, cuenta con poderosos intereses en el sector energético y petrolero y en la provisión de servicios públicos. Otro de sus socios, Claudio Belocopitt, es el dueño de una de las mayores empresas de salud privada, Swiss Medical Group.

El Grupo Indalo, de Cristóbal López y Fabián de Sousa, ambos actualmente detenidos en una causa por supuesta evasión tributaria, tiene su origen en actividades de transporte, casinos, petróleo y combustibles. Recién en 2010 ingresó a la industria de medios y en 2012 compró el multimedios que pertenecía al empresario Daniel Hadad.

Sólo algunos pocos de los mayores grupos mediáticos obtienen el grueso de sus ingresos de la gestión de medios de comunicación y sus contenidos. Son los casos de Telefe, en manos de Viacom, el Grupo La Nación y el Grupo Perfil, entre otros.

Por más voces
La jurisprudencia, tanto argentina como continental, concibe a la concentración excesiva como un dispositivo o fórmula que lesiona el derecho a la libertad de expresión y del derecho al acceso a la cultura.

La concentración provoca una obvia reducción de los emisores y deriva en una menor pluralidad de opiniones y fuentes informativas, en la homogeneización de los géneros y formatos de entretenimiento y su virtual estandarización y en la unificación de las líneas editoriales.

La investigación de MOM Argentina revela quiénes son los magnates al frente del universo de los medios de comunicación y cuáles son sus intereses asociados con el objetivo de contribuir a la discusión sobre la necesaria multiplicación de voces y la garantía de políticas públicas que las resguarden.

Un debate de alcance regional
Los resultados de la investigación serán presentados este miércoles a las 9:00 en el salón auditorio del Anexo A de la Cámara de Diputados en una jornada que tiene como objetivo promover el debate sobre los efectos que tiene la concentración de los medios sobre la democracia.

Además de los investigadores del proyecto MOM Argentina y especialistas locales, participarán del encuentro periodistas, académicos, políticos y autoridades de regulación de Brasil, Perú, Colombia, México y Uruguay para discutir cómo se ven afectados los países de la región.

Claves y obstáculos

La investigación tomó como punto de partida la selección de los principales medios de televisión, radio, web y prensa gráfica de la Argentina, una muestra de las empresas de comunicación que más influyen en el proceso de formación de opinión pública.

La recolección y evaluación de datos de audiencia para los casos de radio y televisión; circulación para prensa gráfica; y visitantes únicos para sitios web definieron el listado final. En todos los casos se trata de medios con información noticiosa y de actualidad.

Durante los cinco meses que duró la investigación, el equipo de MOM Argentina encontró varios obstáculos para acceder a la información. En términos generales, las empresas de medios no están obligadas a transparentar su composición accionaria, salvo el Grupo Clarín, que cotiza en Bolsa.

En virtud de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el requisito sí alcanza a los medios audiovisuales que, sin embargo, en la mayoría de los casos incumplen con la normativa. El Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), autoridad de aplicación, tampoco formaliza el control.

A través de la Agencia de Acceso a la Información Pública, que depende del Poder Ejecutivo, se aceleraron y facilitaron los pedidos de datos oficiales. Esto no implicó que las respuestas de los organismos fueran completas.

El arancelamiento del pedido de datos públicos a la Inspección General de Justicia (IGJ) resultó otra traba: el acceso a registros de compañías es costoso y lento.

Poder concentrado
Por: Adrián Murano

“LA ARGENTINA TIENE LA MÁS AMPLIA LIBERTAD DE PRENSA DE SU HISTORIA”. Así, con mayúsculas –lo que en las redes sociales equivale a gritar-, Mauricio Macri comunicó el pasado 31 de marzo en su cuenta de Twiter que “la Sociedad Interamericana de Prensa destacó a la Argentina por tercer año consecutivo por la completa libertad de prensa que rige en el país”.

Lógico: la SIP reúne a los dueños de los medios tradicionales, la mayoría de ellos beneficiados por el Estado en la era Cambiemos. Y es común que en esos foros se confunda la libertad de empresa con la libertad de prensa, dos conceptos que sólo se emparentan en la fonética.

Lejos del clima festivo, el periodismo argentino sufre una calamidad. Con Macri en la Rosada se registraron más de 3000 periodistas despedidos, pauperización salarial, precarización laboral, vaciamiento de medios públicos, persecución judicial y económica contra emisoras críticas.

La contracara de esa devastación son las principales empresas de medios, que con Macri en el gobierno experimentaron una vertiginosa expansión. El Grupo Clarín –el principal oligopolio de prensa de la Argentina– se convirtió en una “telco” con la adquisición de Telecom y obtuvo una ley a medida para aumentar el precio de Papel Prensa a discreción. En lo que va del año, de hecho, el papel para diarios ya aumentó dos veces, acumulando un alza de 17,6%.

Clarín comparte los beneficios de Papel Prensa con La Nación, que consolidó su oferta multimedia y avanzó en el mercado del real estate. El Grupo América fue el mayor receptor de pauta publicitaria en términos relativos y Editorial Perfil se hizo con licencias de radio y televisión.

Los medios mencionados integran el minucioso informe elaborado por Tiempo Argentino y Reporteros Sin Fronteras, una prestigiosa organización internacional que escogió a este diario para realizar su tradicional Monitoreo de la Propiedad de los Medios (MOM, por sus siglas en inglés).

El informe ya fue realizado en 20 países, y es la primera vez que se materializa en la Argentina. La elaboración demandó seis meses de trabajo de un equipo integrado por periodistas de este diario, colegas internacionales y académicos expertos en comunicación. El esfuerzo se verá plasmado desde esta semana en las web del diario y de RSF.

“Los medios de comunicación son un pilar para el sistema democrático, el Estado de derecho y la protección y difusión de los derechos de las personas, entre ellas las libertades de información y expresión”, prologa el informe, que el próximo miércoles 10 será presentado en el Congreso de la Nación. Del evento –que es de acceso público y gratuito– participarán reporteros, legisladores y académicos de distintas latitudes.

El trabajo contiene revelaciones y hallazgos sobre los dueños de las empresas de medios, información que suele permanecer oculta para las audiencias que los consumen. Y en el prólogo se anticipa una primera conclusión: “El Monitoreo de la Propiedad de los Medios encontró que la crisis económica local y la ausencia del Estado para atenuarla, junto a una legislación que favorece la concentración de medios de comunicación y beneficia a los grandes conglomerados, asfixia económicamente el periodismo crítico y limita el derecho de la sociedad argentina a tener acceso a voces plurales”.

Los datos recabados en el informe indican que la realidad es bien distinta al panorama que el presidente presentó a los gritos. Otra vez.

El equipo
El proyecto MOM Argentina es una investigación colaborativa entre Tiempo Argentino y Reporteros Sin Fronteras (RSF).

El equipo estuvo integrado por Martín Becerra, doctor en Ciencias de la Información, docente e investigador del Conicet; Gerardo Aranguren, editor web de Tiempo Argentino; Nube Álvarez, coordinadora regional del Proyecto MOM; Agustín Espada, magister en Industrias Culturales de la Universidad de Quilmes; y la periodista Marianela Bocanegra.

El análisis legal de la investigación y sus indicadores estuvo a cargo del abogado, docente y doctor en Ciencias de la Información Damián Loreti; junto a Diego de Charras, director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA; y Luis Lozano, docente e investigador de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA.

También colaboraron Viviana Mariño, docente y editora de Política de Tiempo; y Javier Borelli, editor de Información General de Tiempo.

Las infografías estuvieron a cargo de Pablo Barruti y Transmedia.

Además, hicieron un aporte fundamental al proyecto las diferentes áreas editoriales y administrativas de la Cooperativa Por Más Tiempo: administración, fotografía, redacción, diseño y audiovisual, entre otras.
Foto: Mariano Martino
Fuente: Tiempo Argentino

El futuro del Grupo Clarín frente al triunfo de Alberto Fernández

Hace una década, Grupo Clarín y Fernández de Kirchner incubaron una legendaria trama en la que ambos midieron sus fuerzas en la opinión pública de Argentina. En el que Kirchner quiso desmembrar a Clarín en varios negocios independientes de medios, en tanto que ese conglomerado buscó su nicho en la telefonía celular para vender productos de triple play

Por: Nicolás Lucas
Alberto Fernández, un político con ideas de izquierda, ganó la elección presidencial argentina con el 48% de los votos, gracias a un discurso de Estado benefactor y de contención de la inflación, así como del tipo de cambio peso-dólar; dos factores que hoy tienen en la lona a la economía de ese país. Esa prédica hace pensar que las acciones tomadas en telecomunicaciones y radiodifusión por el presidente Mauricio Macri durante su gobierno, autoproclamado como liberal, no serían prioritarios para el nuevo presidente y rescata del pasado aquella historia que acentuó el conflicto entre el Grupo Clarín con Cristina Fernández de Kirchner por un tema de ley de medios y convergencia.

Hace una década, Clarín y Fernández de Kirchner protagonizaron una legendaria trama en la que ambos midieron sus fuerzas en la opinión pública de Argentina. En la que Cristina Fernández quiso desmembrar a Clarín en varios negocios independientes de medios, en tanto que ese conglomerado buscó su nicho en la telefonía celular para vender productos de triple play, al tiempo que movilizó su influencia mediática contra el poder de Kirchner.

El pretexto que dio origen a toda esa historia fue un paro agropecuario y bloqueo carretero en el que Clarín tomó partido ante el entonces jefe de gabinete presidencial, Alberto Fernández, y Cristina de Kirchner, próximos presidente y vicepresidenta de Argentina a partir del 10 de diciembre de 2019.

Mauricio Macri respaldó siempre a Grupo Clarín y ya durante su presidencia, en 2018, avaló una concentración de activos entre Cablevisión de Clarín y Telecom Argentina; se habló entonces de una fusión valorada en 11,000 millones de dólares. Macri, como presidente, intentó abrir el sector a la competencia con la posibilidad de que los operadores de telefonía celular ahora pudieran vender televisión de paga a través de sistemas satelitales e incluso presentó un plan para que esas compañías distribuyeran ese tipo de contenidos mediante redes fijas; y de paso aprovechó su tiempo para crear mayor disponibilidad de espectro para servicios móviles.

Todo relacionado con un interés de crear una industria convergente que en los proyectos de ley y con los decretos de necesidad de urgencia que Mauricio Macri publicó, nunca quedó todo arreglado previo a hacer la entrega del traspaso de poder a Fernández.

La pronta llegada de los Fernández a la Casa Rosada tiene hoy en alerta a los especialistas que siguen el sector de telecomunicaciones bonaerense, pues más allá de qué tipo de política pública diseñará el nuevo gobierno para esa industria, queda por ver cómo terminará para siempre un conflicto que inició en 2008; que escaló a los tribunales y que tuvo una pausa con la victoria de Macri en las presidenciales de 2015 y una aparente victoria que, al morir Ernestina Herrera de Noble, dueña de Clarín, se marchó viendo a su candidato ganar la Presidencia del país y a Cablevisión incursionar en la telefonía celular.

“Por supuesto, el gobierno no va echar para atrás la fusión de Clarín con Telecom. Eso es impensable. Pero sí tiene que ver cómo va a arreglar definitivamente aquel viejo tema de la convergencia y cómo hacer un regulador fuerte, no queremos un órgano regulador a modo de cada gobierno. Y convergencia tenemos una década discutiendo ese tema; porque no lo resolvimos y si lo hicimos, mal lo resolvimos. Vamos a tener que discutir ese tema. Esto de la convergencia es la ley más vieja de todas; hablamos de 5G, Iot, inteligencia artificial, innovación, pero respecto a la convergencia, eso sigue allí”, dijo Alejandro Prince, director general de Prince Consulting, en una serie de conferencias organizadas por 5G Americas en Futurecom Brasil.

En Futurecom 2019, el festival de telecomunicaciones de mayor relevancia en América Latina, Prince reconoció avances de Mauricio Macri en transparencia de datos, aplicaciones de gobierno electrónico que facilitaron más de un trámite gubernamental; también los avances para habilitar la prestación de servicios satelitales para las telefónicas y mantenimiento de políticas de conectividad en colegios de educación básica heredadas de gobiernos kirchneristas, pero el faltante fue el asunto de la convergencia, que necesariamente tendrá que tocar el futuro presidente Alberto Fernández.

Andrea Catalano, periodista argentina de telecomunicaciones, dijo que el próximo gobierno federal de su país también debería elevar a rango de ministerio a la entidad que observe la Ley de la Economía del Conocimiento, promulgada en junio todavía por Mauricio Macri con el fin de conceder beneficios fiscales a sujetos que promuevan desarrollos de software, producción audiovisual, biotecnología o servicios de investigación, entre otros; pero que por no tener escrito su texto con mayor claridad, podría entenderse que prácticamente cualquier empresa de otro sector económico podría beneficiarse de esta normativa.

Mauricio Macri en su momento intentó sacar adelante una robusta ley de telecomunicaciones, en la que se planteó el tema de la convergencia, pero no halló los tiempos políticos adecuados para avanzar con ese proyecto en el Congreso de su país.

Ahora, “el escenario ha cambiado. El gobierno de Cristina de Kirchner era un enemigo declarado de Grupo Clarín, pero ahora viene el gobierno de Alberto Fernández y pareciera que los ejecutivos de Clarín lo ven con una mirada enamorada”, añade Alejandro Prince, de la firma Prince Consulting.
“Parece que hay un cambio que nos hace pensar que estamos en la relación que había entre el primer gobierno Kirchner y Clarín. Aparentemente viene una relación distinta, pero es una historia que se tocará otra vez”.
Foto: Reuters
Fuente: El Economista

“Los límites entre la TV, las redes sociales y los sitios digitales se han nublado”

Sostiene Darío Turovelzky, vicepresidente senior de Viacom International Media Networks & Viacom International Studios

Por: Dolores Graña
Nada más codiciado por estos días en la industria audiovisual que la mirada capaz de detectar la siguiente innovación, la que vuelva a cambiar el modo en que se producen y se consumen contenidos a nivel global. Nadie sabe cuál será ni cuándo ocurrirá, pero el consenso es que es solo cuestión de tiempo. “Ya estamos construyendo un futuro sabiendo que los límites entre lo que es TV, redes sociales y sitios digitales se han nublado”, señala Darío Turovelzky, vicepresidente senior de Viacom International Media Networks & Viacom International Studios, quien dirige no solo el rumbo artístico de Telefe, el canal más visto en nuestro país, sino también la estrategia de producción de contenidos del resto de los canales del grupo norteamericano para América Latina, entre los que se cuentan Paramount Channel, Comedy Central, Nickelodeon y MTV. Y es en el poder de los contenidos, en su capacidad para desvelar nuestras noches de maratones y hacernos polemizar con desconocidos en las redes sociales, en el que confían su futuro. “La frase eterna es que el contenido es el rey; yo diría que actualmente es el rey, la reina y la corona, todo junto”, se ríe Turovelzky.

¿Cómo le explicaría qué es la TV a un chico de quince años que jamás vio un programa en vivo? ¿A qué se dedica una compañía que hace “entretenimiento” y a qué apuesta su futuro?
Le preguntaría: “¿Qué te gusta ver? ¿Qué mirás?”. Y le diría que eso también es “televisión”, porque también puede verlo por esa pantalla. Por otro lado, tengo como ejemplo muy claro a mis cuatro hijos. Miran TV básicamente por mí, y saben lo que hacemos, aunque quizá no lo conocen por la pantalla tradicional. Ahí está el punto: entender los medios y el entretenimiento de un modo que no es aquel al que estamos acostumbrados a percibirlos. Hoy nuestro gran desafío está en diversificar nuestro contenido a través de todas las plataformas. Privilegiando el contenido, desde ya: sin buen contenido, por más plataforma nueva o tradicional que exista, no hay forma de que llegue a las audiencias. Te doy un ejemplo concreto: mi hijo rara vez vio La Voz Argentina por Telefe, pero sabe perfectamente quiénes eran los participantes, los jueces y lo que pasó en cada instancia de la competencia. Los veía en las redes sociales, en la plataforma digital, en telefe.com. Si el contenido es bueno, de algún modo llega. La TV abierta tiene una “boca” enorme y sigue siendo el medio más masivo. Pero volviendo a mi hijo de 13 años como ejemplo del cambio, quizá no ve la hora y media de programa, pero ve sus contenidos. La verdad es que estamos construyendo hacia el futuro sabiendo que ya hoy están nublados los límites entre la TV, una red social, un sitio digital y un podcast: todo converge en un contenido. Cuando no te sumás, cuando no te aggiornás, ahí pasás a ser el Kodak de este mundo.

La dificultad actual de las plataformas es que los productores de los contenidos no suelen ser sus propietarias ni pueden imponerlas como “pantalla de origen”, lo que hace que tengan que salir a competir con un enorme universo de posibilidades. ¿Cuánto deberá cambiar el proceso de creación hacia el futuro ante este desafío?
Nosotros tenemos un equipo enorme que trabaja en el desarrollo de contenido, ya sea original o adquirido, por tomar el ejemplo de ¿Quién quiere ser millonario? Ya en esa primera base del proyecto se plantea cómo será la diversificación y fragmentación de contenidos de ese proyecto para la mayor cantidad de plataformas. Tomemos una ficción, como 100 días para enamorarse: al aire saldrán los capítulos tal y como fueron filmados. En digital ofreceremos un contenido exclusivo que complementará lo que se vio al aire, que tendrá valor y sentido incluso sin la ficción. Es decir, desde la génesis de cada uno de los proyectos comenzamos a diversificar. Y después tenemos un tema de “ventaneo”; es decir, cuántos días después de verse al aire estará disponible el contenido en una OTT (N. de la R.: siglas en inglés de Over The Top: servicios audiovisuales brindados a través de internet). Para cada caso es distinto: hay proyectos en que preferimos que la segunda ventana sea la pantalla de TV abierta. Trabajamos con un equipo local y panregional de Business Intelligence que nos da mucha información de nuestras audiencias, sus gustos y sus sabores. Ese dato duro, combinado con las sensaciones más subjetivas de los creadores -su “entraña”, si querés-, nos ayuda a tomar las decisiones.

Pero ya nadie vive de la TV abierta y cada vez lo hará menos en los próximos años…
Nosotros somos creadores de historias no solo a través de nuestras pantallas, como Telefe, Comedy Central, MTV o Paramount, por mencionar algunas. Hace un año, exactamente, en mayo de 2018, lanzamos Viacom International Studios, o VIS como lo llamamos, con la intención de separar nuestros canales de lo que es la producción de contenidos, nuestra productora. Desarrollamos, producimos y realizamos contenidos también para terceros. Presentamos 10 proyectos el año pasado, de los cuales el 85 o 90% ya está en preproducción para distintos clientes: desde los Netflix de este mundo, a Amazon, Antena 3, Atreseries y, por supuesto, nuestro canales. Yo llegué ayer de LA Screenings, donde presentamos una alianza con la mayor productora turca, cuyo resultado es una ficción hablada… en mexicano, pero pensada para toda América Latina. O Atrapa a un ladrón, para el que adquirimos de Paramount Pictures el clásico de Hitchcock Para atrapar al ladrón y contratamos a Javier Olivares, el creador de la española El ministerio del tiempo y la adaptamos a serie con un elenco mitad español y mitad argentino, que se verá en Paramount Europa. Creemos que si sos dueño de tus contenidos y podés distribuirlos en cualquier plataforma, en cualquier territorio, y para cualquier cliente, eso es lo que hará la diferencia en los próximos años.

¿Qué les dice el Business Intelligence sobre el público argentino? La adopción de las nuevas tecnologías ha sido vertiginosa en estos últimos dos años a nivel local, incluso en el consumo de series argentinas por fuera de las pantallas abiertas ¿Cuál es la fórmula para quitarle un par de ojos a Netflix o hacer que Netflix sume ojos a sus contenidos en los próximos años?
Si bien en algún punto es competencia, la calidad de Netflix nos obliga a elevar la vara. Por supuesto que no hay razón para que contenidos nuestros no se vean allí, o en Amazon, o en Hulu. Y al público argentino, si le das un buen contenido, tanto en las historias como en las imágenes, aparece. Está acostumbrado ya a ver la TV de otro modo, con cierta sofisticación de imagen que si no está presente, sea la pantalla que fuere, te quita atractivo. Tomemos el caso de Sandro de América: era una serie espectacular dirigida por Adrián Caetano, cada capítulo era como una película, y si revisamos cómo se emiten las series aquí en TV abierta, habríamos estado obligados a emitirla una vez por semana a lo largo de tres meses.

Nadie le da tres meses a una serie…
Claro, había algo de los nuevos hábitos de consumo que no coincidía con esos tres meses de emisiones semanales. Pensamos cómo congeniar lo que sabemos -que vos y yo nos “clavamos” tres o cuatro capítulos de madrugada de la serie que estamos viendo- con las posibilidades de la pantalla lineal. En algún momento quizá innovemos y pasemos cinco capítulos consecutivos en TV abierta, pero en ese momento se nos ocurrió plantearlo como un acontecimiento televisivo: transmitir los doce episodios en apenas tres semanas. Y reventó. Ese cambio de hábito nos trajo 15 o 16 puntos de rating a lo largo de los doce episodios, con un 45% de share. Y eso en la TV abierta ya no pasa. Pero claro, si el contenido no es bueno, no puede hacerse. Por eso vuelvo a la génesis del contenido. El contenido es el rey, como dice la famosa frase, pero ahora creo que es también la reina y la corona juntas. Con un buen contenido se pueden crear nuevos modos de atraer al público que no existen hoy. Pensemos que en estas plataformas donde tenés tantas series juntas, seguramente ves muchas al mismo tiempo y muchas quedan sin terminar. Acaso exista la posibilidad de que estemos yendo hacia una época parecida a los comienzos del cable, donde hacías zapping entre 180 canales y no sabías qué ver. A algunos espectadores, si les decimos: “Te ofrecemos este programa este día y a esta hora”, les ordenamos el cómo ver ficción. Estamos en plena transformación y nadie sabe exactamente hacia dónde vamos. Lo que no podemos dejar de hacer es innovar: en contenidos, en comunicación y en talento. Y en esta sinergia de plataformas es importante tener además la sinergia de la medición.

El estándar de la industria en los Estados Unidos toma en cuenta la audiencia de los contenidos a través de múltiples plataformas y en un lapso de siete días posteriores al estreno en la pantalla. ¿Existe un consenso en la industria local de que debe adaptarse una medición similar para reemplazar el rating tradicional en el corto plazo?
Es clave. Si sumamos los doce puntos que hizo ¿Quién quiere ser millonario? días atrás en la TV con las vistas que tuvo en redes sociales, en YouTube, en nuestras propias plataformas, y la cantidad de espectadores que graba el programa para verlo con tranquilidad el fin de semana, todo eso es la audiencia real del programa. Eso es lo que se debería. No quiere decir que lo digital no se mida hoy aquí, pero no puedo sumar peras con manzanas. Tratemos entonces de contabilizar manzanas con manzanas y ponerlas en un mismo cajón.

¿Qué es lo que falta?
Cuando digo que todos tienen que ponerse de acuerdo, me refiero a todos, los anunciantes también. En ese trabajo estamos, también con las compañías que proveen la tecnología, con todos los actores de la industria. Todos apuntamos a lo mismo: a que sea una medición integral. Es el caso de muchas series locales que en Flow funcionan muy bien pero en pantalla van decayendo con el correr de los capítulos y se cree que les fue “mal”. Pero no es así. Me parece que hay que hacer un switch en todas nuestras cabezas. Se suele decir que la TV se murió, pero no es cierto: el contenido está más vivo que nunca, es la TV la que pasó a ser una plataforma más para verlo. Pero es la más masiva, y su masividad hace que la gente siga su contenido también en otras plataformas. Pedimos entonces que la medición englobe ese total.

La TV argentina parece haber encontrado refugio en el vivo, en la cobertura de los grandes acontecimientos públicos, las noticias y los deportes. ¿Cómo cree que se plasmará de aquí en adelante la actualidad en pantalla local tras esta fragmentación de audiencias y contenidos?
Pasa algo parecido a lo que estamos hablando: a través de las redes sociales, nuestras señales de noticias alcanzan a públicos a los que les interesan los contenidos de actualidad pero no ven noticieros. O ven notas específicas que les interesaron en YouTube o en nuestro sitio digital. Si sabemos que buena parte de las noticias del día, de la agenda de las señales de noticias, está en Twitter a las siete de la mañana, ¿para qué me voy a sentar a la una del mediodía para que me las vuelvan a contar del mismo modo? Por eso creemos que todo pasa por el enfoque y el valor agregado. En eso estamos trabajando mucho con Roberto Mayo, director de Noticias. Hacia el futuro, es clave repensar el contenido y el punto de vista.

Hablaba de la importancia de los talentos para poder competir globalmente. A principios del siglo XXI, la Argentina era el cuarto exportador mundial de contenidos, detrás de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda. En este momento, en pleno auge de las ficciones en idioma no inglés, nuestros competidores tradicionales, como México y Brasil, y nuevas potencias televisivas, como Turquía, Corea e Israel, nos han superado ¿Qué cambios se necesitan implementar para que la Argentina se asegure un futuro de relevancia en el mercado de contenidos?
Sin duda perdimos el camino. El contenido argentino, per se, tiene una dificultad: el español argentino, que “viaja” poco, como ocurre también con el acento chileno. A nivel de la región, funciona más el peruano o el colombiano. Es el famoso “español neutro”. Por eso también es que creamos el VIS; es la forma de demostrar que podemos producir más allá de la Argentina. Aquí tenemos once estudios, pero también tenemos equipos en San Pablo, Río de Janeiro, Bogotá, Ciudad de México, Canadá y un largo etcétera. Podemos producir en cualquiera de esos países, y en cualquier idioma, en cualquier español. Obviamente, para poder concentrar la producción es que estamos en México, de modo que tanto cualquier país de habla hispana como el mercado hispanohablante de los Estados Unidos sea cercano. Por supuesto que para que “viaje” una historia tiene que ser universal. Mirá, si no, lo que pasó con Sres. Papis. Lo creamos en Telefe y se vendió a Chile. La versión de Mega se vendió a México y desde allí ya llegó a veinte países, entre ellos Serbia y Eslovaquia. Quiere decir que en su trama hay algo de identificación y empatía capaz de atravesar las barreras culturales. En definitiva, con la mirada hacia el futuro, el problema de los contenidos argentinos en el exterior es ante todo el idioma. Pero nos miran mucho, sobre todo porque aquí hay un talento increíble: autores, directores, productores. Y delante de las cámaras, por supuesto: lo demuestra la enorme cantidad de intérpretes trabajando en otros países, como España y México, y el número de actores que hoy en día se preparan para poder trabajar en castellano neutro en el futuro inmediato. La industria argentina es sofisticada, apasionada y creativa, tiene mucho empuje. Como obstáculo, es bastante fácil de remover.

Dos tips para el futuro

Inteligencia artificial

  • Desde la medicina hasta los medios, hay un campo enorme para explorar que luego será commodity. Tendrá un crecimiento exponencial

Contenidos

  • Seguirán siendo la apuesta, aunque seguramente se verán con otra tecnología. El que tenga la capacidad de desarrollar el mejor contenido y difundirlo cross-platform será quien pueda sostenerse

Foto: Alejandro Guyot
Fuente: Diario La Nación